Las 5 técnicas más fáciles de la terapia de masaje

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Para convertirse en un terapeuta de masaje calificado y con licencia, uno tiene que ir a través de un programa de masaje terapéutico después de graduarse de la escuela secundaria o después de adquirir las credenciales equivalentes. Entonces, después de pasar el programa, un terapeuta del masaje puede solicitar su licencia, y posteriormente una licencia del negocio si desean practicar solo.

A lo largo de este proceso, el aprendizaje de un terapeuta de masajes rara vez se detiene, ya que hay muchas técnicas, estilos y herramientas diferentes implicadas en la realización de masajes. Además, la formación para convertirse en terapeuta de masaje no es una broma; se le exigirá que domine una variedad de estas técnicas y que siga perfeccionándolas.

Al igual que cualquier otra forma de arte, dar un masaje es bastante parecido a crear arte. Los movimientos y la presión aplicados son similares a las pinceladas de un cuadro y, cuando se hacen con pericia, pueden apreciarse en ambas circunstancias.

Sin embargo, no todo el mundo desea seguir una carrera profesional en la terapia de masaje, y en su lugar le gustaría aprender bien algunas técnicas para poder dar bien un determinado tipo de masaje. Para las parejas, las familias y los amigos, hay muchas técnicas a nivel de principiante que pueden realizarse fácilmente en casa sin arriesgar la seguridad física del cliente en cuestión.

Este artículo le informará de las técnicas más comunes y eficaces utilizadas para los masajes terapéuticos, técnicas que puede probar con su pareja después de que haya tenido un día agotador en el trabajo. También puede utilizar estas técnicas para relajarse y rejuvenecer en los días difíciles y cargados de estrés para mejorar al día siguiente.

Así que, sin más preámbulos, aquí están cinco de las técnicas de terapia de masaje más populares utilizadas hoy en día.

1. Amasado

Tal vez la más fácil de realizar por los aficionados, el amasado consiste en utilizar los pulgares o las palmas de las manos para aplicar presión sobre diversas partes del cuerpo. La idea es separar el músculo del hueso, una práctica que ayuda a reducir los espasmos musculares. El nombre técnico del amasamiento es Petrisage, que se utiliza sobre todo en los libros de texto sobre terapia de masaje.

El amasado es una de las primeras técnicas que se enseñan a los estudiantes de terapia de masaje y, por lo tanto, es algo más fácil de aprender que las demás. Sin embargo, la velocidad y la intensidad de la presión aplicada sobre la piel y los músculos también son factores importantes que hay que aprender.

2. Effleurage (caricias ligeras/profundas)

Este método es otro de los más utilizados en los salones de belleza y en los puestos de los masajistas. Consiste en utilizar las manos para aplicar pequeñas presiones sobre la piel. En esta técnica, las manos deben permanecer planas mientras se deslizan por el cuerpo, y puede implicar el uso de aceites o cremas para mayor comodidad.

El effleurage suele utilizarse al principio y al final de un masaje para lograr la mayor comodidad y relajación del cliente. El objetivo es aliviar los músculos para otras técnicas relativamente más intensas, al tiempo que se favorece la circulación sanguínea en diversas partes del cuerpo.

3. Frotando

Como sugiere el título, la técnica del frotamiento requiere esencialmente el uso de los pulgares, que suelen moverse en forma circular, aplicando presión a medida que se avanza. Este método se utiliza para estimular la circulación sanguínea en el cuerpo, así como para tratar el dolor muscular y articular.

Cuando se frota la piel con los pulgares, se tratan esencialmente partes localizadas del cuerpo, especialmente donde los músculos están rígidos o donde duelen las articulaciones. A mayor presión, el frotamiento puede incorporarse como técnica a un masaje de tejidos profundos para aliviar la rigidez y/o las molestias en las capas más profundas de los tejidos musculares.

Dentro de la técnica del frotamiento se pueden realizar diferentes tipos de movimientos, siempre que se utilicen los dos pulgares. Estos movimientos, aunque son similares en muchos aspectos, pueden denominarse, de hecho, como una técnica diferente dependiendo de cómo y cuándo la utilicen los masajistas de todo el mundo.

4. Tapoteo o golpeteo

El masaje de tapping se utiliza normalmente en los masajes deportivos, ya que es una de las mejores técnicas para mejorar la circulación sanguínea en el cuerpo. En este masaje, el masajista utiliza sus manos con movimientos rápidos para dar golpecitos en varias partes del cuerpo, sobre todo en la espalda, los muslos y las nalgas.

En el masaje con golpecitos, las manos pueden estar ahuecadas de modo que sólo los bordes de la palma y las yemas de los dedos golpeen la piel, o bien golpear la piel con las manos colocadas una al lado de la otra. Dependiendo de lo que le siente mejor a su cliente, puede adaptar el método para utilizar una forma particular de golpeteo.

5. Vibración o sacudida

Por último, esta técnica es, en algunos aspectos, bastante similar al tapping, ya que también implica ritmo. Utilizando las manos sobre una gran superficie (como la espalda, por ejemplo) o los dedos (sobre la cara), se sacuden ligeramente los músculos a una velocidad bastante rápida para imitar una vibración que recorre dicha zona.

Esta técnica no suele implicar mucha presión, ya que la idea es sobre todo proporcionar una sensación calmante a los músculos y nervios del cuerpo. Además, esta técnica también ha sido recomendada por muchos terapeutas para masajear alrededor e incluso sobre el tejido cicatricial.

Por lo tanto, si usted está masajeando a alguien que es sensible a mayores intensidades de dolor, entonces el uso de la técnica de vibración es ideal. No sólo no será incómodo para el cliente, sino que también proporcionará a sus nervios el alivio que necesitan desesperadamente.

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