
La naturaleza ofrece la fuerza reparadora de un gran número de plantas que son capaces de desinfectar, hidratar y devolver la tersura de la piel. El avellano de bruja, el aloe, la zarzaparrilla o la cola de caballo son algunas de las plantas que contribuyen a potenciar nuestra belleza natural.
Aloe Vera
Esta exótica planta, procedente del este y sur de Africa, tiene fama de ser uno de los mejores tonificantes naturales para la piel, por lo que se ha convertido en un ingrediente imprescindible en numerosos tratamientos de belleza y como aclarar la piel. De las hojas del Aloe se obtiene un gel, que ha demostrado tener un gran efecto hidratante y suavizante, muy indicado en rasguños, arañazos, rojeces y quemaduras.
Además de mitigar el daño de la quemadura, estimula la aparición de piel nueva. También combate el envejecimiento cutáneo, al evitar el resecamiento y la descamación y ralentizar la aparición de estrías. Otra de sus ventajas es que ayuda a eliminar eccemas, escozores y otras irritaciones cutáneas.
Bardana
Purifica el organismo. Es rica en potasio e inulina, dos principios activos que la convierten en la planta más efectiva para combatir la retención de líquidos. Su capacidad depurativa resulta muy necesaria para tratar la celulitis. Es recomendable su uso en caso de piernas hinchadas y en tratamientos de pérdida de peso, combinada con otras plantas de acción diurética, tales como la cola de caballo o los estigmas de maíz.
Es excelente para impurezas de la piel (acné, forúnculos o eccemas). Se prepara un jarabe depurativo con 100 gramos de raíz de bardana y 850 ml. de agua que hervirá durante cinco minutos. Se toman dos cucharadas al día en ayunas con zumo de pomelo natural.
Zarzaparrilla
La raíz de esta planta, procedente de América central y que en la actualidad crece de forma espontánea en el litoral mediterráneo, es un gran aliado de la piel. Por su riqueza en saponinas tiene propiedades desintoxicantes y depurativas. Es de gran ayuda para acabar con el molesto acné, aunque en general actúa bien ante muchas infecciones de la piel como pruritos, eccemas, úlceras,…
La zarzaparrilla es un buen diurético y un laxante suave, que se aconseja en afecciones urinarias y si se tiene problemas para eliminar la orina. Una forma de beneficiarse de sus propiedades es a través de una tisana, a la que se puede ańadir grama, un gran depurativo.
Cola de caballo
Es un remedio ideal en la prevención y tratamiento de estrías, al contribuir a frenar el envejecimiento de la piel. La cola de caballo es una planta que, por un lado, estimula y, por otro, repara aquellos tejidos dañados a causa de las variaciones de peso, la celulitis, los embarazos o los desequilibrios hormonales. Se toma en infusión, decocción, jarabe, jugo, cremas, extracto seco y fluido o polvos.
Gracias a su riqueza en sílice, la cola de caballo está considerado un excelente diurético, indicado en afecciones renales e inflamaciones de vejiga urinaria y de la próstata, para personas con necesidad de aumentar la cantidad de orina, como ayuda para perder peso y en casos de hipertensión y piedras en el rińón. Depura la sangre y reduce las afecciones de la piel. Por ello, actúa con eficacia contra eccemas y herpes, así como en caso de hongos.
Avellano de bruja
El hammamelis virginiana es un majestuoso árbol del este de América del Norte que ya era muy apreciado por los pueblos indígenas para tratar hemorragias. Con la corteza hacían cataplasmas para curar heridas y rasguños. La riqueza en taninos explica su notable efecto astringente, hemostático y cicatrizante que lo convierten en uno de los más eficaces protectores naturales de la piel.
Aplicado externamente, el avellano de bruja consigue reforzar las proteínas de la piel y prevenirla contra las agresiones externas, haciéndola más resistente a la inflamación. Por este motivo, se recomienda para proteger contra heridas, úlceras cutáneas, eccemas y contra la aparición de herpes. También resulta útil para reforzar los vasos sanguíneos que hay bajo la piel y acelerar la cicatrización de herida.
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